Rosie Inguanzo, 10 definiciones, New Club Press

Rosie Inguanzo por Elsa Roberto

La definición constituye, en sí misma, un retrato de quien define. En su esencia primordial, revela la personalidad de quien la emite con una fidelidad casi fotográfica. De manera que en esta serie de entrevistas que proponemos a nuestros lectores, intentamos definir a nuestros entrevistados a través de sus definiciones.
En esta ocasión nos responde gentilmente la artista y escritora Rosie Inguanzo:

1. Defíname, por favor, qué es para usted Cuba

Un rubor en las entrañas, una pulsión fundacional, La Habana poética y ruinosa. Punto de partida.

2. Estados Unidos

Libertad y salvación; exiliada, consumo mi cuota de libertad con gratitud y compromiso —dichoso el que no le ha faltado: no sabe que consume su cuota ni que ésta es revocable.

3. Estar en forma

Es fundamental: Troto diariamente, como balanceado y delicioso (gracias a mi chef particular: Alfredo Triff). Estar en forma significa revertir, con buenos hábitos, la receta de una genética jodida, las excesos hedonistas y dos o tres humillaciones del cuerpo.

4. La libertad

De lo más bello. Un malabarismo que se ejerce cada día. Habiéndome criado en un sistema totalitario me ha costado comprender que sin mecanismos de regulación social peligra el sistema democrático.

5. Aquello a lo que nunca dice que no

“No” es un buen ejercicio de la voluntad.

6. El calentamiento global

(Leyendo por aquí) Los que responden con displicencia a esta pregunta son unos necios. Al menos son unos desinformados; cuando más son unos irresponsables.
Los políticos presentan el calentamiento global como un asunto político y económico; el Papa Francisco lo presenta como un asunto moral: somos criaturas de la creación y tenemos una responsabilidad moral —no somos Dios. (Que conste que soy agnóstica, con contrapeso místico.)

Entonces, el camino corto es desentenderte de todo eso; es el camino del ignorante, es no hacer la tarea de informarte con una breve parada en Wikipedia y comprender una simple relación de causa y efecto. “No ‘creo’ en el calentamiento global”, dice el necio, como si en vez de fenoménico fuera un asunto religioso.

7. La corbata

Soy freudiana, luego la corbata es una extensión del pene y una reafirmación del mismo. Vista así, la corbata multiplica sus aplicaciones y sugerencias. Prenda que mi marido usa casi a diario.

8. La comida rápida

Pobreza, física y espiritual.

9. Un selfie

Un yo farsante y su tensión egótica.

Pero también selfie is the new normal. Selfish, el libro de Kim Kardashian lo ha demostrado: hay una narrativa y una performatividad en el selfie que está por verse.
Pero, ¿debemos conformarnos con una sociedad y unas redes sociales (de tarados) que no necesitan o no pueden comunicarse verbalmente, haciéndolo por medio de autorretratos monótonos e insulsos? Porque para que un selfie tenga fondo hay que tener ideas paseándose por la mirada dejando algo a la imaginación.

Sí, pidiéramos comunicarnos más sustancialmente si lleváramos vidas más interesantes y tuviéramos lenguaje propio.

Porque ante la tontería desproporcionada una se resiste, no a dejar de tomarnos un selfie de ocasión, una se resiste a ser absorbida por el autobombo, ridiculizando el paradigma narcisista. Una se resiste a dejarse colonizar por la banalidad.

Vaivén de la moda que combina frivolidad y reafirmación de la personalidad (¿pero esto no tuvimos que resolverlo en la adolescencia?).

Ojo con el selfie. Tal vez falsificamos nuestras vidas. Nos jactamos de la apariencia, nos presentamos mejorados y también (sin querer) revelamos lo peor de nuestras vidas (y el pequeñísimo valor que le damos dedicándonos a actividades baldías). En el peor de los casos evidenciado una pompa injustificada (somos insignificantes). El selfie puede caer en chuchería y vanidad para consumo de tontos.

10. El año 2015

El año en que falleció mi madre, mi tesoro, mi niña. Y tendré que inventar otros abismos.